El INE benefició a Virgilio y Ana Karen al ocultar su ausencia
César Barrera Vázquez
Al ocultar la ausencia de la fórmula del senado de Morena en el debate, la junta local del INE en Colima le genera un beneficio directo a Virgilio Mendoza y Ana Karen, violando así los principios de equidad y máxima publicidad, al tiempo que manda un mensaje de apatía y permisividad a quienes violan acuerdos y agravan a la ciudadanía.
Ese principio de equidad y máxima publicidad se desvirtuó cuando el árbitro electoral, rompiendo los acuerdos signados por las tres fórmulas al senado desde el pasado 26 de abril, decide con parcialidad generar condiciones para que no se afecte a Virgilio y Ana Karen por su no participación al debate.
Así, de manera unilateral, el INE decidió modificar el tiempo, alterar los órdenes de intervención y quitar el atril de Morena; todos estos elementos importantes dentro de la dinámica del debate, para beneficiar a Virgilio y Ana Karen, quienes deliberadamente dinamitaron este ejercicio democrático.
Luego entonces, la pregunta es obligatoria: ¿Por qué esa intención de beneficiar a quienes rechazan un debate? Evidenciar a quienes no tienen propuestas y, además, simularon por días su intención de debatir es parte del ejercicio informativo, indispensable en un proceso de deliberación, como se da en un debate. ¿Por qué el INE se extralimita y toma decisiones para ayudar a Morena y oculta esos elementos objetivos?
Ahora bien, por respeto a la ciudadanía no se cambia la dinámica convenida del debate, sino más bien se evidencia la renuencia de quienes evaden este ejercicio de transparencia y discusión racional, pues así se manda un mensaje contundente de que hay consecuencias cuando se rompe un acuerdo.
Ya hay precedentes al respecto. En el 2006, Andrés Manuel López Obrador, envalentonado porque las encuestas le daban un amplio margen de ventaja contra Calderón, decidió no asistir al debate. En esa ocasión se transmitió con los acuerdos aprobados y se dejó en evidencia la ausencia de AMLO.
Desde ese entonces acudió en el 2012 y 2018 a los debates presidenciales. Aprendió la lección y supo que no se le puede dar la espalda a la ciudadanía en estos ejercicios tan importantes para la democracia.
Si en este caso se hubiera hecho lo mismo, seguramente Virgilio Mendoza y Ana Karen habrían participado para evitar ese daño irreversible de ponerlos en evidencia. Porque la razón de fondo por la cual no participaron es porque no tienen propuestas (más allá del plan C de Sheinbaum) y por las denuncias que tienen en su contra por corrupción.
Por lo tanto, el INE asume un protagonismo al romper estos acuerdos entre las tres fórmulas al senado por Colima y lo hace, principalmente, para beneficiar a Virgilio y Ana Karen, al ocultar su ausencia del debate. Un beneficio en detrimento de las dos fórmulas al senado que sí querían debatir.
Dos puntos
Es falso que Mely Romero y Germán Sánchez no quieran debatir. Este miércoles se realizó un debate organizado por la Coparmex, en el marco de los Diálogos Ciudadanos, donde estuvo Mely Romero y Griselda Martínez, así como Germán Sánchez y Jesús Dueñas, quienes participaron. Dentro de ese debate, otra vez, los ausentes fueron Virgilio y Ana Karen. Queda claro quiénes son los que no quieren debatir.