- Este 14 de febrero, también se renovará la amistad con Dios Padre, Dios Hijo y Dios Espíritu Santo, buscando restaurar la paz y armonía que se encuentran fracturadas en todas partes
- Invita a todos a ser luz en medio de las tinieblas que imperan en la sociedad actual, donde el pecado prevalece. Que cada individuo sea esa luz de fe, esperanza y amor
José de Jesús Ramos Hueso, Párroco del Templo de San Francisco de Asís de Villa de Álvarez, destacó que la imposición de la ceniza este próximo miércoles 14 de febrero, es un símbolo que llama a la penitencia, la oración, las obras de caridad y el ayuno, buscando así una conversión personal, comunitaria, pastoral y social para promover la integración de los tejidos sociales en comunidad y fomentar la paz.
El párroco del templo extendió una invitación a la población para iniciar la Cuaresma el próximo Miércoles de Ceniza con momentos de reflexión y oración. Hizo hincapié en que el ayuno no se limita únicamente a abstenerse de ciertos alimentos, sino que también implica un compromiso con la justicia, la fraternidad y la participación activa en la vida de la sociedad para promover el bien común.
“El verdadero ayuno que Dios desea es aquel que nos lleva a atender las necesidades de nuestros hermanos. Para aquellos que están enfermos, sus familiares o amigos pueden llevarles las cenizas a sus hogares”, afirmó el sacerdote.
Ramos informó sobre una reunión prevista con coordinadores de capillas y grupos de movimientos para distribuir cenizas y folletos con la celebración de la palabra durante la primera misa del miércoles.
En cuanto a los enfermos que no puedan acudir a las parroquias para recibir las cenizas, se aseguró de que haya ministros de comunión disponibles para llevarlas a sus hogares, incluso a aquellos en hospitales. Además, se destacó la disposición de laicos, celebradores y catequistas para distribuir las cenizas a personas mayores o enfermas que no puedan desplazarse a los templos.
El sacerdote subrayó la importancia de renovar la amistad con Dios Padre, Dios Hijo y Dios Espíritu Santo en este 14 de febrero, para así restaurar la paz y armonía que se ven afectadas en los hogares, la vida social, el trabajo y la vida sacerdotal.
“La familia es considerada la Iglesia Doméstica, donde padres o madres nos enseñaron las tres virtudes fundamentales: el amor, la fe y la esperanza, y desde el bautismo nos guiaron hacia la Iglesia”, explicó.
Concluyó con un mensaje de preparación del corazón al iniciar la Cuaresma con el Miércoles de Ceniza, para luego entrar en la Semana Santa y, finalmente, estar preparados para la noche de la Vigilia Pascual. De esta manera, invitó a todos a ser luz en medio de las tinieblas que caracterizan la sociedad actual, siendo portadores de fe, esperanza y amor.