- Esto como parte del proyector “Innovación y emprendimiento enfocado al rescate de los conocimientos ancestrales de las comunidades indígenas”, en el Bachillerato 32.
Estudiantes del Bachillerato 32, ubicado en Suchitlán, presentaron hace unos días oficios y productos regionales como parte del proyecto transversal “Innovación y emprendimiento enfocado al rescate de los conocimientos ancestrales de las comunidades indígenas”.
Luego de trabajar varios meses, las y los estudiantes lograron instalar un temazcal y elaborar máscaras tradicionales, productos de cestería, cremas, tejidos, homeopatía, además de aprender a dar masajes y la Danza de los Morenos, típica de Suchitlán.
El director del plantel, Edder Eusebio Pérez Reynaga, reconoció el empeño de todo el colectivo de alumnas, alumnos y docentes, “quienes aprendieron el valor del trabajo que realizan los pobladores indígenas de Suchitlán; esto indudablemente les deja un beneficio personal, porque rescatan muchos de los saberes y haceres de la comunidad”.
El estudiantado estuvo trabajando durante dos parciales y dos meses previos para planear las actividades de esta presentación, explicó el director. Los 15 equipos de trabajo tenían el objetivo de plantear proyectos con base en el rescate de los saberes ancestrales de las comunidades indígenas pero, aclaró Pérez Reynaga, con el extra del emprendimiento y la innovación.
Para esto, continuó, los equipos de estudiantes contaron con el apoyo de sus docentes, quienes fueron sus asesores y gracias a varios talleres con personas, en su mayoría adultos mayores indígenas de la comunidad, aprendieron las distintas técnicas ancestrales de la región.
Pérez Reynaga añadió que la Dirección General de Vinculación impartió tres talleres a los estudiantes sobre cómo desarrollar páginas web, etiquetado y logotipo y la Dirección General de Innovación y Cultura Emprendedora les impartió un taller para abordar la perspectiva de negocios.
“Aprendieron este conocimiento ancestral con el plus de hacerlo en torno al emprendimiento y la innovación”, explicó el director, “aprendieron a ofrecer un servicio, producto o una práctica ancestral a partir del rescate de sus saberes en la comunidad”.
En la exposición se realizó la ceremonia de Enroso, típica de la comunidad de Suchitlán, ofrecida a las autoridades universitarias que participaron en el evento. En esta ceremonia, dijo el director, les colocan un pan en la cabeza, el cetro y collar, llevan pan y flores y se dicen algunas frases emblemáticas.
Además, las y los alumnos bailaron la danza de los Morenos de Suchitlán, que aprendieron con varios días de ensayos y que realizaron desde calles cercanas al plantel hasta la explanada del bachillerato. Entre otras actividades, montaron un temazcal con estructura de bambú y construyeron ellos mismos tiendas de bambú.
Adelantó que el próximo año buscarán llevar esta actividad a otros bachilleratos o al Campus Villa de Álvarez para que otros estudiantes conozcan estos saberes ancestrales.
Pérez Reynaga concluyó que los saberes de las comunidades van más allá de la parte disciplinar; “queremos vincular a la comunidad con el estudiantado y sacar la Universidad a las calles, lo que nos permite hacer que la población conozca lo que hacemos y que exista un apropiamiento del conocimiento”.