- “La internacionalización es un eje transversal en la Universidad, para formar profesionales con el dominio de la técnica y, al mismo tiempo, personas con la sensibilidad y conciencia de sentirse parte de una amplia comunidad humana”: Christian Torres Ortiz.
Más que centrarla de manera exclusiva en la movilidad, el experto del Boston College, en Estados Unidos, Gerardo Blanco dijo que debemos entender la internacionalización como una forma de mejorar nuestras sociedades. Esto, al dictar la conferencia “Tendencias de internacionalización de la educación superior”, de manera virtual, como parte de las Jornadas Académicas 2022.
Al presentar la conferencia, el rector Christian Jorge Torres Ortiz Zermeño señaló que “en la Universidad de Colima le apostamos a la internacionalización como un medio para elevar la calidad de nuestros procesos y resultados de las funciones sustantivas: docencia, investigación y extensión”.
Agregó que, como institución “aspiramos a medir nuestros procesos con estándares globales, por lo que la internacionalización es un eje transversal de nuestra Agenda Rectoral y del Plan Institucional de Desarrollo, para conducir a la Universidad a formar profesionales con el dominio de la técnica y, al mismo tiempo, personas con la sensibilidad y conciencia de sentirse parte de una amplia comunidad humana, diversa, interconectada y global”.
Ejemplo de ello, dijo por último, “son estas Jornadas en las que capacitamos a nuestro personal académico en materia de internacionalización del curriculum, diseño de programas de doble grado, planeación de cursos en línea en colaboración internacional, gestión de financiamiento internacional y en trabajo colaborativo en redes académicas”.
En su conferencia, Gerardo Blanco Ramírez, profesor asociado y director académico del Centro para la Educación Superior Internacional del Boston College, reconoció que en la UdeC existe ya un camino recorrido en el tema de la internacionalización, al incluirla como parte de una planeación estratégica institucional; sin embargo, invitó a todos y todas “a reflexionar sobre cómo es que estamos imaginando la internacionalización en esta postpandemia, de modo tal que todo lo que habíamos construido y desarrollado como universidades tenga que pensarse desde una perspectiva nueva, acorde a nuestra nueva realidad”.
En ese sentido, comentó que para las Instituciones de Educación Superior (IES), “la internacionalización genera un impacto importante, ya que no lo hacemos solamente para incrementar la visibilidad de nuestras instituciones ni por tendencia, lo hacemos porque buscamos mejorar nuestra sociedad, porque sabemos que si verdaderamente integramos esta dimensión internacional, intercultural o global en todo lo que hacemos, lograremos verdaderamente construir una mejor sociedad”.
Para ello, el Dr. Blanco puntualizó algunos retos importantes a los que se enfrentan las IES a nivel global; uno de ellos, el más evidente, la desigualdad, no sólo entre países sino dentro de las mismas naciones y en sus sistemas educativos; “incluso, no sólo las instituciones han sufrido desigualdades, también las unidades familiares en donde, a pesar de nuestros esfuerzos por ofrecer una continuidad académica, se han enfrentado también muchos retos que han impedido el acceso equitativo a estas oportunidades de aprendizaje durante la pandemia”.
Otro de los retos a enfrentar es que los trabajos de investigación de estos últimos dos años sobre la pandemia y sus consecuencias provienen casi exclusivamente de Europa y Estados Unidos, lo cual nos lleva a saber, dijo, “mucho de muy pocos, y nos lleva a reflexionar sobre una nueva conceptualización de la internacionalización, ya que nuestra teoría no le está alcanzando a la práctica, ya que la práctica había estado motivada por una urgencia”.
Las tensiones geopolíticas, comentó el ponente, son de los retos más importantes a enfrentar; “nosotros como educadores tenemos un papel muy importante que cumplir dentro de nuestros márgenes institucionales, para buscar romper los estereotipos y promover el diálogo de pueblo a pueblo, cuando el diálogo de gobierno a gobierno a veces se ve interrumpido”.
Como último punto de su exposición, habló sobre las implicaciones de estas tendencias en relación con el trabajo académico. En ese sentido, precisó, “debemos reconocer que vivimos en un contexto definido por muchos como VICA (Volatilidad, Incertidumbre, Complejidad y Ambigüedad)”.
Todo esto, agregó, “nos exige trabajar en adaptarnos y en buscar, más que nunca, la retroalimentación por parte de nuestros alumnos para ayudarlos a enfrentar esta nueva realidad, y no hay que olvidarnos de la visión a largo plazo, para que el presente no nos distraiga de nuestra misión fundamental. Al mismo tiempo, necesitamos imaginar nuevos papeles para la tecnología, adaptarnos a ellas y reconocer que la participación híbrida llegó para quedarse”.
Finalmente, dijo que “a pesar de nuestros esfuerzos y trabajo heroico para adaptarnos a esta realidad, nos estaríamos engañando si no reconocemos que parte del aprendizaje en estos dos años se ha perdido, por lo que tenemos que pensar en cómo debemos formar alumnos que aprenden a lo largo de la vida y cómo podemos apoyar a estas generaciones de estudiantes para remediar parte de la pérdida que han tenido”.
También atendieron la conferencia las coordinadoras generales de Docencia, Martha Magaña y de Investigación, Xóchitl Trujillo, además de las directoras generales de Educación Superior, Susana Preciado; de Posgrado, Arianna Sánchez; de desarrollo de Personal Académico, Martha Chávez y de Relaciones Internacionales y Cooperación académica, Genoveva Amador, además de alrededor de 320 docentes de la institución