- Cuando tiene un mensaje, técnica y uso apropiado del espacio urbano.
El diseñador gráfico e ilustrador Juan Franco, y el artista urbano Guillermo Landín, mejor conocido como el Azteka, presentaron a dos manos una charla sobre el arte urbano en Colima. Este evento se realizó en las instalaciones de la Pinacoteca Universitaria.
En este encuentro, Juan Franco habló del graffiti como arte visual que representa una manifestación de la libertad de expresión; lo anterior con el din de promover una nueva perspectiva sobre el concepto que se tiene del graffiti.
Por su parte, el artista urbano colimense Guillermo Landín compartió su experiencia dentro de la evolución del graffiti clandestino en el uso en espacios urbanos habilitados, lo que describe como una forma que surge en México desde un sentimiento de inconformidad: “Cuando realizamos un mural nos reunimos para ver qué le queremos compartir a la gente, porque al principio solamente pensaba en pintar mi nombre, pero ahora soy más consciente del poder que tiene el pintar en un espacio público”, dijo.
Sin embargo, expresó que los graffitis no siempre han sido bien vistos por toda la sociedad. Durante sus primeros años, dijo, llegó a pasar injustamente 72 horas en el Centro de Reinserción Social por graffitis que no eran de su autoría. Ante esto, Juan Franco comentó que gracias a la investigación y al análisis de este movimiento, considera que “el graffiti no es arte cuando no tiene mensaje y genera demasiada contaminación visual”.
Asimismo, durante la charla se proyectaron dos documentales sobre el arte urbano en la entidad; el primero enfocado al arte callejero en Manzanillo como parte de la diversidad cultural del municipio. Para su elaboración participaron los artistas Guillermo Landín, Ferek Aggro y Osick Brust, quienes son pioneros y miembros de AGGRO Colectivo Graffiti, cuyo objetivo es mostrar la transformación de éste en su fase clandestina a la habilitación de obras en espacios públicos.
En el segundo documental figura el doctor en Arte Alfonso Cabrera, quien comentó su entusiasmo ante la evolución que ha tenido dicha expresión artística, y mencionó el tipo de técnicas, composición y dimensiones artísticas que se necesitan para hacer un buen trabajo de muralismo.
También agregó que no todos los graffitis son arte; sin embargo, puntualizó que el muralismo urbano es una forma de arte que aporta de manera cultural a Colima. Para culminar, el Azteka mencionó que ve un futuro próspero para el graffiti y que una de sus siguientes aportaciones será retomar su tesis sobre arte urbano, la cual integrará el origen, auge, evolución y su llegada a Colima.
De tal forma, espera que el gremio sea más sólido, por lo que impulsa a sus colegas a ingresar a la academia para desarrollar, reforzar sus habilidades y seguir llevando este arte a la sociedad: “Hay gente que no sale de ciertos sectores, no viene a galerías, a museos y ¿cómo lo haces llegar a la gente? Acercándote, haciéndolo ahí. Eso es lo rico que tiene el graffiti, el arte callejero: que es para todos”, concluyó.