Si hay algo que siempre presume la alcaldesa Griselda Martínez es su “congruencia”. Cuando habla del apego a los preceptos de la transformación y de su trayectoria en los movimientos progresistas, la edil siempre se compara con otros integrantes de Morena en el Estado. ”No somos iguales”, dice todo el tiempo.
Y es cierto: Griselda Martínez tiene razón; NO SON IGUALES. Mientras ella se placeaba en la Ciudad de México en un evento político, haciendo pasarela, en #Manzanillo miles de personas padecían los efectos del sismo del 19 de septiembre pasado.
En tanto ella se encuentra buscando llamar la atención de Claudia Sheinbaum, porque perdió la gracia en su municipio la gente sigue necesitando de su presencia y del trabajo en la alcaldía.
Pero no es la primera vez que Griselda Martínez se desentiende de su Pueblo. En septiembre de 2019, en plena llegada del Huracán “Lorena”, la edil prefirió irse a Cuba y minimizar los daños y afectaciones.
Fiel a su estilo, la alcaldesa va a decir que el Gobierno Estatal no ha querido apoyar a las y los manzanillenses, cuando la agenda de la gobernadora Indira Vizcaino – a quien ella ve como una enemiga contumaz- se ha concentrado primordialmente en la zona sur del Estado.
Su mezquindad es tal que se ha rehusado, hasta el límite, a compartir la información de las viviendas afectadas que el municipio recabó con tal de responsabilizar a la representación del Gobierno de MÉXICO en Colima y poner trabas en la realización del Censo de personas afectadas.
Con tal de mantener su agenda y su narrativa política, Griselda es capaz de llevarse entre las patas a quien sea: incluido el Pueblo que le dio su confianza.