Después de un largo lapso sin entregar esta última parte finalmente esta es la última columna respecto a la participación política. Primero que nada vale la pena iniciar con los medios que más facilitan la participación, o sea las organizaciones, estas agruparan ideales u objetivos comunes de distintos sectores sociales que buscan generar un cambio en la política.
México y la gran mayoría de países democráticos tienen en las organizaciones la base de sus sistema político mediante los partidos que postulan candidatos afín de acceder al poder público, dichos partidos toman agendas o se alinean con ideologías que buscan captar a ciertos sectores ciudadanos, así a cualquier persona interesada en participar se le facilitará encontrar gente que comparta su interés y que sobre todo cuenten con una agenda de trabajo y los recursos necesarios para echarla a andar.
También las asociaciones civiles son otra prueba del funcionamiento de las organizaciones, usualmente estas suelen más focalizadas a ciertos sectores poblacionales pero aún así haciendo trabajo social y cabildeo logran implementar cambios en la política, como ejemplo están las asociaciones feministas o de la comunidad LGBTQ que han logrado poner en el debate público temas como el matrimonio igualitario o la menstruación digna, claro que también existen las contrapartes de dichos grupos.
Las organizaciones tampoco son órganos perfectos, nada realmente lo es, según Pizzorno estas solo fomentan la participación en su periodo formativo, a lo largo del tiempo terminarán cayendo en una estratificación y burocratización que detendrá la participación si estas no transforman sus necesidades.
Este postulado si bien es algo fuerte tampoco negaremos el grado de razón que tiene, tomando en cuenta a los partidos políticos en México como ejemplo se ve de forma clara como se han estratificado para que las decisiones se vuelvan más y más cupulares, esta es una de las razones que llevó a la decadencia del PRI que urgentemente necesitaba escuchar a sus bases para una renovación que nunca llegó, también podemos observar como partidos como MORENA o el PAN caen cada vez más en este error.
Ahora hablemos de por qué participa una persona, trataremos de englobar las razones de esto, de acuerdo con Milbrath quienes más tienden a participar son aquellos que están ubicados centralmente en el ámbito socioeconómico, a diferencia de quienes se encuentran en la periferia los ciudadanos con un mayor nivel podrán dedicar más tiempo a involucrarse en el ámbito político, esto debido factores como no estar relegados socialmente y tener más en común con tomadores de decisiones, debo señalar que tomando este ejemplo quienes se encuentran en niveles inferiores son más susceptibles a la movilización.
Mientras está esa tesis también tomamos en cuenta la de Pizzorno, él indica que la conciencia de clase promueve la participación, cualquier persona que se encuentre en cierta clase social o pertenezca a un gremio específico y esté al tanto de esto participará aún más, esto puede ser uniéndose a un sindicato o grupo que comparta sus creencias. Otro ámbito que lleva a la participación es el sentido y compromiso cívico, participar porque es lo correcto por la sociedad.
Los tres tipos de personas participantes vistos atrás son bastante validos, esos ámbitos sí fomentan la participación política pero hay que considerar otro aspecto en el por qué participar, estamos hablando de la pertenencia, el hecho de salir e invertir tu tiempo y hasta dinero para ejercer tu voto genera un sentido de pertenencia tal como al apoyar a un equipo deportivo, a pesar de que de forma individual un voto no hará la diferencia el ciudadano también sabe que ese sufragio emitido lo comparte con miles o millones de personas que tienen creencias similares y que incluso comparten las mismas esperanzas por un futuro distinto.
En contraste también hay varios factores que causan el abstencionismo y la apatía, como indica Andrade Sánchez esto pude ser debido al conformismo con el sistema político actual así como la desaprobación tácita del mismo, el primero estará cómodo o satisfecho con el sistema que se lleva a cabo y pensará que no es su problema el inmiscuirse en lo político, mientras que el segundo su decepción constante de lo político le causará la sensación de que un cambio es imposible y no vale la pena hacer algo al respecto.
Finaliza así esta serie de explicaciones breves relativas a la participación política, las modalidades de esta siempre se mantendrán en constante evolución y la ciudadanía seguirá empujando a una mayor participación, sumemos e invitemos a la gente a informarse, a votar, a protestar, a afiliarse a algún partido o incluso a platicar de política junto con sus familiares y amigos, el debate público mantiene las puertas abiertas para todos solo hace falta llevar los temas a la mesa.