Balvanero Balderrama García
balvanero@gmail.com / @Balvanero.B
Es la convocatoria, en imperativo: ¡únete!
La invitación se repite, desde la ONU, año con año: 16 días de activismo -25 de noviembre al 10 de diciembre- para poner fin a la violencia contra las mujeres, de todos los grupos etarios, de todos los credos, de todas las latitudes, de todas las razas; de todas, todas y cada una de ellas, de ustedes.
Los retos, la tarea sigue siendo actual, impactante, incluso intimidante; señala la ONU en su portal exprofeso para este día: La violencia contra mujeres y niñas es una de las violaciones de los derechos humanos más extendidas, persistentes y devastadoras del mundo actual sobre las que apenas se informa debido a la impunidad de la cual disfrutan los perpetradores, y el silencio, la estigmatización y la vergüenza que sufren las víctimas.
En nuestro país las estadísticas también son demoledoras: el 70.1% de las mujeres de 15 años y más han sufrido algún tipo de violencia a lo largo de su vida (INEGI, ENDIREH 2021). Desde el 2003, con la primera edición de esta encuesta, se viene documentando el flagelo pandémico de la violencia en todos los espacios de relación de las mujeres: su familia, la comunidad, la escuela, el trabajo, con su pareja.
¿Por qué? Es una pregunta que por más respuestas que se intenten ofrecer no hay ningún argumento válido: cuestión cultural, religiosa, costumbre, físico… no hay, no existe… y sin embargo persiste.
Sociedades de costumbres y de ceremonias, se repetirán discursos, se utilizarán caracteres -ya no tinta-, se ensayarán frases, abundarán los posts y las fotografías en redes, se pondrá de moda el color naranja, habrá atención y aparente interés… eso es cada año, y las realidades persisten: violencia, feminicidios, desaparecidas.
Y las preguntas continúan ¿qué falta para cambiar esta realidad? ¿cómo se puede transitar hacia una sociedad que no violente, discrimine, agreda, desaparezca? ¿cuándo se hará realidad la sana, equilibrada y armoniosa convivencia entre las distintas personas? ¿por qué es tan difícil entender que las diferencias nos complementan? ¿tú, yo, cómo actuamos -no cómo pensamos- ante estas realidades? ¿qué hemos aportado y a qué me comprometo?
Obviamente hay logros y personas -mujeres, sobre todo- comprometidas con esta causa, entre otras relacionadas, de abatir la violencia contra las mujeres, en todas sus manifestaciones y en todos los espacios. Falta crear mayores sinergias e impulsar acciones en colectivo, en colectivos, mejor dicho, que el plural sea presente y la comunidad una realidad.