- “Les ayudará a estar preparados cuando un alumno o alumna con discapacidad visual ingrese a la educación superior, especialmente en temas de conocimientos, valores y convivencia”: María Cecilia, instructora.
Con el objetivo de que los y las docentes de nivel superior conozcan qué recursos tiene un alumno o alumna con discapacidad para aprender, así como las mejores maneras de acompañar el proceso de aprendizaje, el Centro Universitario para el Bienestar Integral capacitó a los y las profesoras de la Facultad de Letras y Comunicación de la Universidad de Colima.
En entrevista, María Cecilia Ceballos, docente de las facultades de Ciencias de la Educación y de Trabajo Social e instructora del taller, dijo que la importancia de realizar este tipo de actividades es que las y los docentes comprenden mejor la discapacidad visual y sobre todo los recursos de aprendizaje de los que dispone una persona con dicha discapacidad que ingresa a nivel universitario.
Con este taller las y los docentes, agregó, podrán hacer mejores adaptaciones de sus materiales, sobre todo los digitales; “eso les ayudará a estar preparados cuando un alumno o alumna con discapacidad visual ingrese a la educación superior, especialmente en temas de conocimientos, valores y convivencia”.
Para Fabiola Soto Estrada, responsable del área de Atención a la Discapacidad del Centro Universitario para el Bienestar Integral, las intervenciones que hacen en los planteles dependen de sus propias necesidades. En el caso de la Facultad de Letras y Comunicación, en el pasado proceso de admisión aceptó a una alumna con discapacidad visual en Letras Hispanoamericanas.
Los temas que abordaron en el taller fueron conocer los diferentes tipos de ceguera e identificar los recursos didácticos para la lecto-escritura y los recursos audiovisuales que pueden ser funcionales para el desempeño de las y los alumnos con discapacidad visual; “el recurso didáctico tiene que ser funcional no sólo para el estudiante con discapacidad, sino para todos; si voy a adaptar o hacer una mejora en mi proceso académico, ésta tendrá que beneficiar a todos mis estudiantes, y ése es el primer postulado del proceso de inclusión”.
Por último, Fabiola Soto comentó que “cuando no tengo una discapacidad, pareciera que no es mi compromiso aprender, sólo de quien va a convivir con ellos o los va a atender y brindar un servicio directo, pero la idea en la Universidad es no esperar a que se presente la urgencia, sino garantizar que conforme vayan llegando personas con alguna discapacidad, ya estemos trabajando. Aprendemos sobre la marcha y nos preparamos para el futuro. Somos una Universidad que se permite aprender, que es consciente de que las necesidades están ahí y que poco a poco vamos a ir tomándolas y dejando estrategias firmes”.